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La carpa del invernadero se construyó con materiales específicos que permiten la entrada de la luz del sol, creando una atmósfera cálida y agradable. Sin embargo, impidió la lluvia, por lo que todos los participantes permanecieron secos. De alguna manera, nos sentimos especiales: estábamos al aire libre y experimentando la naturaleza, pero al mismo tiempo protegidos de los elementos.
Las mesas y las sillas eran preciosas, con flores del jardín que mamá y papá habían cultivado ellos mismos. Fueron extremadamente cautelosos y se abstuvieron de aplicar productos químicos o pesticidas a las flores. Querían estar seguros de que la Tierra era segura y de que todos los seres que residen en los planos de la Tierra estaban allí.
Naturalmente, esta es una de esas ocasiones en las que mamá y papá querían que su boda fuera buena para el planeta, ¡y con razón! Hicieron todo lo posible por utilizar materiales que no dañaran el medio ambiente. Por ejemplo, las invitaciones de boda se hicieron con papel reciclado, lo que significa que el papel era de papel reciclado en lugar de tener que talar nuevos árboles. También hicieron hincapié en el compostaje de los residuos alimentarios, que transforma los restos de comida en tierra rica en nutrientes para las plantas.
Teniendo esto en cuenta, la carpa invernadero fue una opción adecuada para su boda, ya que permitía que la luz natural y el calor fluyeran y llenaran el espacio. De esta manera, no se utilizó una gran cantidad de energía eléctrica o de calefacción. No solo eso, sino que las plantas que rodeaban el interior del invernadero también purificaban el aire, y también fue muy agradable para todos los invitados a la boda.
Ecológico es una forma de describir las cosas que mamá y papá decidieron hacer para no dañar el planeta en su boda. Tenían platos y vasos compostables, lo que significa que después de la boda, los platos y vasos podrían degradarse en la tierra en lugar de terminar en un vertedero como basura.
Eligieron flores y adornos que se cultivaron de forma orgánica sin productos químicos ni pesticidas nocivos. Esto fue vital porque garantizaba que no dañaran a ningún insecto o pájaro que pudiera residir en las áreas circundantes. Para ser amables con todos los pequeños objetos malolientes fuera de la carpa.
Mamá y papá se casaron en una ceremonia muy alegre y zen. Como si todas las plantas y flores también les hubieran otorgado su bendición especial. Incluso los pájaros afuera parecían estar cantando y celebrando la ocasión por ellos. El ambiente general era jubiloso y todos se sentían bien.
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